31 de agosto de 2015

La casita de madera

Un sueño hecho realidad



20 de octubre de 2014

{7 meses ya...}

Ahora es un no parar, la vuelta al trabajo y la presencia que requiere Mayo me deja poco tiempo libre. Por eso traigo algunas imágenes de cómo va creciendo, y me voy corriendo a jugar con él y a disfrutar de un bonito día soleado que nos ha regalado el otoño.
Buenas tardes!








17 de agosto de 2014

{La vida con Mayo}




Ya han pasado casi 5 meses desde que le vimos la carita por primera vez. 5 meses intensos  que han pasado volando.



El primer mes fue difícil, ya que yo tenía unas grietas horribles y lo de la lactancia no resultó nada placentero. Con las pezoneras lo llevamos algo mejor, pero se tiraba mamando durante más de media hora y casi cada hora, o sea que yo no veía el momento ni de ducharme. De no ser por toda la ayuda que recibí, creo que hubiese tirado la toalla...Gracias Lourdes por tu visita y tu disponibilidad incondicional, gracias familia por vuestro respeto con las visitas y por el "catering", vuestro apoyo fue la clave.


 El papá de la criatura también hizo lo suyo; con sus brazos cargados de paciencia le dormía una y otra vez (y ahora lo sigue haciendo claro!) Y a mi tenía como una reina acomodándome cojines y rellenando mil veces mi vaso de agua...



Aún con todas las dificultades e inseguridades de padres primerizos , era maravilloso verle dormir y deleitarnos con esa sonrisita que echaba entre sueños, el orgasmo oral que llaman...Eso lo curaba todo.



Poco a poco nos fuimos adaptando, y alrededor del 2° mes se produjo un cambio: con los pezones más curtidos pudimos ir dejando de a poquito las pezoneras, con lo que Mayo ya parecía que tragaba más; la duración de las tomas se acortaba  y se espaciaban, y si, comenzamos a disfrutar de la lactancia. Ahora se le veía más satisfecho, dormía mejor (aunque jamás pasó de las 3 h seguidas) y ya empezaba a deleitarnos con sus sonrisillas.







Para nosotros, sobre todo para mi, también fue fundamental estar cerca de otras mamis recientes, como las q conocí en el taller de lactancia del centro de salud o en Yoga para mamás y bebés. De esta manera una no se siente sola, y aprendes mucho de otras mamás. Además en el yoga, entre masajito y masajito al bebé, las mamás podíamos relajarnos por momentos, al tiempo que aprendiamos a tranquilizarles a ellos y compartiamos miedos e inquietudes. 



Y así han ido pasando los días, Mayo cada vez más despierto y con ganas de conocer cuanto le rodea...Es un niño tranquilo y curioso, al que e fascinan los árboles y el cielo y al que no se le pasa ningún ruido por alto. Sonríe a todo el que le hace una mínima carantoña, y apenas llora. Es un niño zen, es nuestro pequeño Budita.





Lo del porteo tampoco fue fácil al principio, a pesar de haber ensayado con un muñeco durante el embarazo. Aunque gracias a los diversos fulares, bandoleras y mochilas que nos prestaron, al final le cogimos el truquillo, y ahora disfrutamos mucho de nuestros paseos por el campo...








Y así llegamos casi al tercer mes, y ya tenías a toda la familia y a los amigos babeando. Los abuelos siempre deseando venir a verte y cogerte, ya asumen que te acostumbras a los brazos y que eso es lo de menos, aunque lo que más te gusta es estar en el suelo mirándolo todo, cogiendo tus juguetitos y descubriendo tus manos...y las primas no paran de achucharte y decirte cositas, Paula incluso se atrevió a cambiarte el pañal! Las otras primas también te adoran aunque con disimulo, ahora eres el centro de atención y eso a veces es duro aunque se mueran de ganas por hacerte arrumacos.











Tenías tales melenas que papa se empeñó en raparte con su máquina, y fue hacerlo y sacar un parecido a él increíble...te cambió la cara!




Y así más fresquito nos atrevimos incluso a llevarte a la playa, a casa de Venu. Te portarse como un campeón y todos disfrutamos mucho contigo.






Y así pasaste tu 1° primavera y llegó el calor del verano, así que te llevamos ¡otra vez a la playa! y es que  viajar contigo es fácil porque es meterte en el coche y al ratito ya estás dormido. Eso si en cuanto llegamos, antes de abrir las puertas incluso, ya te has despertado, lo hueles! 


En la playa pasamos unos días muy tranquilos con la familia y te dimos tu primer bañito en el mar. Te encanta el agua: naciste en ella y eres Piscis, claro! De vuelta a casa, te llevamos las tardes de sofocante calor a la piscina de los abuelos, y allí fresquito todos te adoramos y siempre te echas una míni-siesta.





Y casi sin darnos cuenta ya tenías 4 meses! Y ahora el mundo por descubrir es tu gran reto. Ya te volteas en el suelo para coger lo que te interesa, te ríes a carcajadas cuando te hacemos cosquillas y también te coges tus berrinches cuando no quieres dormir aunque estés muerto de sueño. Pero eso no es lo normal; casi siempre te duermes mientras te cantamos tu nana preferida que nos enseñó la tía Beiña desde África..."escucha el viento nocturno por las montañas cansadas..."...






Tu primer diente llegó una noche de llanto incosolable (de las poquitas que nos has dado, afortunadamente) y nos pilló por sorpresa, hasta el día siguiente no nos dimos cuenta que era eso lo que te pasaba...


Al pañaleo de tela le hemos cogido el tranquillo, y es que al principio te abultaban tanto que parecías un luchador de sumo y no nos convencía. Probamos diferentes marcas y ahora estamos muy contentos; tu estas cómodo y con el culete perfecto, y la madre tierra se llevará unos cuantos kilos menos de pañales desechables.




Comenzamos pronto a darte papilla para cenar para ver si dormías un poquito mejor, y en ello estamos! Del biberón no querias ni oír hablar, pero la cuchara parece que te gusta más, así que andamos probando porque en breve mamá tendrá que empezar a trabajar...pero será suave porque te quedarás con los abuelos que te cuidaran con toda dedicación.





Y en Agosto hicimos nuestro primer viaje los 3 juntos, nuestra pequeña familia que ahora somos. Y huyendo del calor, llegamos a Asturias. Te fascinaba el verdor que había por todas partes, subimos y bajamos montañas contigo bien pegadito, y de la emoción apareció tu 2° diente...




Y aquí lo dejamos, a punto de cumplir 5 meses y disfrutando cada momento que es único: cada día es un descubrimiento, un ruidito o un reto nuevo. Mientras seguiremos exprimiendo esta ricura que nos ha dado la vida, aún me queda el final del verano para disfrutar a tiempo completo! Después experimenté la vida de madre trabajadora, mucho antes de lo que me hubiese gustado...pero tiene que ser así e intentaremos llevarlo lo mejor que se pueda, y al volver de trabajar, me comeré a besos a mi bollete :)

9 de abril de 2014

{Así fue la llegada al mundo de nuestro pequeño Mayo}

Ya desde antes de estar embarazada, me interesaba mucho el tema de los partos respetados y naturales. Pero no pensé que yo podría hacerlo... Decidí entonces informarme bien y para ello contamos con el apoyo de una doula que nos acompañó durante todo el embarazo, el parto y el postparto. Esto nos dio pie a sentirnos más capaces y más fuertes. Como pareja primeriza, estábamos llenos de dudas, miedos y angustias, pero también tan ilusionados que lo anterior no nos impidió disfrutar de lo que estábamos viviendo.

Ana, la doula y yo de paseo por el campito :) ¡que pocas fotos tenemos!

Afortunadamente fue un embarazo normal, sin ningún tipo de complicación. Realizamos el seguimiento en el Hospital de Torrejón, donde desde un principio decidimos que íbamos a dar a luz.

Mi barrigola de 30 semanas

Las últimas semanas antes del parto se hicieron un poco largas: teníamos unas ganas tremendas de conocer a nuestro pequeño. Además nos habían dicho que venía muy grandecito...así que cuanto antes saliese mejor (pensaba yo).
Uno de los miles de paseos que di durante el embarazo por el campo...


Pero él sabía perfectamente cuando sería su momento y...

Por fin recibí una señal: el martes 18 por la mañana expulsé un poco del tapón mucoso (si...la "puerta de la vida") y me puse loca de contenta porque sentí que ya estábamos más cerca. Esa misma tarde comenzaron unas contracciones suavecitas, y ya por la noche eran perfectamente regulares. Aunque no eran muy intensas, decidimos ir al Hospital ya que pensábamos que si eran regulares es que estaba de parto si o sí.
Allí me monitorizaron un buen rato, y después nos dijeron que sólo había dilatado 2 cm, que nos fuéramos a pasar la noche a casa y volviésemos cuando el dolor fuese más intenso.

Ya en el coche de vuelta a casa comenzaron a ser un poco más intensas, y al llegar a casa intenté descansar entre contracción y contracción pero me fue imposible. Así que me senté en la pelota y mientras me movía estuve hablando con la doula por teléfono...hasta que ya no podía más y le dije que viniese a casa. David, mi pareja, aprovechó para descansar un ratito.

Con ella en casa mi actitud cambió un poco y me dejé llevar por sus masajitos y sus aceites. Así pasamos la noche y poco a poco empezaba a clarear. Cuando el dolor era ya más y más intenso, me prepararon un baño caliente, y después ya nos preparamos para ir al hospital.

El camino en el coche fue un poco duro, pero llegamos bien :) Yo ya llegué con la idea en la cabeza de que no soportaba el dolor y que quería epidural. Había dilatado 4 cm y ya me ingresaban. Fue entonces cuando David preguntó si estaba libre el pariotorio de la bañera, y tuvimos la suerte de que sí, aunque en ese momento la verdad que a mi me daba bastante igual: yo quería epidural. Pero ahí comenzó el embrujo y el encanto de la matrona, que no hacía mucho caso a mis peticiones sobre la epidural y me convenció para intentarlo.

Entramos en el paritorio y pedí la pelota, ahí era donde mejor sobrellevaba las contracciones. David y la doula siguieron con los masajes (me dolía tanto la zona lumbar y las caderas...)  y después me colocaron un fular atado al techo para estirarme hacia arriba y elevarme con cada contracción. Así estuvimos un rato, ellos dejándose los dedos en mí y yo de nuevo  pidiendo epidural...Fue entonces cuando me ofrecieron el gas de la "risa"(óxido nitroso) para ver si me aliviaba un poco. En realidad no quita el dolor pero sí hace que no te concentres tanto en él. A mi no me sirvió de mucho porque había que inhalar fuerte cuando viniese la contracción, y a mi en ese momento solo me salía gemir y echar aire...así que al rato lo deseché y volví a pedir epidural (jajaja qué pesada!).

Y entonces otra vez la matrona, con su gran poder de convencimiento, su suave voz y sus más que acertadas palabras, me dijo que probásemos la bañera. Y una vez dentro, me sentía mucho mejor y las contracciones se hicieron mucho más llevaderas. Yo adoptaba intuitivamente la posición de lado cada vez que venía la contracción; nadie me dijo como ponerme. De vez en cuando me venía un susurro de la doula que me decía..."lo estás haciendo muy bien"...

La postura de la Diosa, jejeje

Pero después de más de dos horas en el agua...hubo otro momento de decaimiento de fuerzas y...advidinad: ¡volví a pedir epidural desesperada!. Ahora si que el dolor comenzaba a ser salvaje y se repartía por todo el cuerpo, concentrándose sobre todo en la zona del sacro. David lloraba de verme sufrir, y la matrona tuvo que tranquilizarle y decirle que no era sufrimiento, sino dolor, porque parir duele. Necesitaba saber cuánto tiempo quedaba, me sentía agotada e incapaz de seguir adelante, y así se lo expuse seriamente a la matrona. Ella me decía que estaba cerca, que si metía los dedos podía sentirle...pero yo aún no había ni roto aguas y cuando le tocaba lo notaba muy adentro...No lo veía tan cerca como ella. Y por fin pareció hacerme caso; me dijo que entonces tenía que preparar las cosas de la epidural, que tendría que salir del agua, ponerme una vía que tardaría media hora por lo menos...Y yo dije que vale, pero en el fondo sabía perfectamente que nadie me iba a sacar del agua:  la idea de soportar aquel dolor fuera del agua era impensable.  
Fue justo entonces cuando noté que ya si que estaba cerca:  noté cómo se me  abría el cuerpo, y como unas fuerzas salvajes me pedían empujar. Así que agarré con mucha fuerza las manos de David y le dije:" vamos ¡ya está aqui!". La bolsa se rompó en algún momento y fue una sensación inexplicable: sonó un "clac" tan fuerte que yo pensé que de empujar había roto la bañera... Ahora los gemidos venían desde lo más profundo de mis adentros. Me pusieron un espejo para que viese asomar su cabecita, y eso me animó a seguir trabajando. Por fin estaba cerca. Y en una de esas salvajes contracciones, ¡plop! asomó una linda cabecita llena de pelo negro :)

La sensación era de que no iba a poder salir el resto del cuerpo, y por ello le pedí a la matrona que le ayudase a salir. La siguiente contracción tardó mucho en venir, pero durante esos minutos, reinó un silencio absoluto, sólo algún susurro decía "medio dentro medio fuera...". Y por fin sentí que venía, comencé a gemir y me quedé sin aire, la matrona le ayudó un poquito y...


Mayo ya estaba en mis brazos :) el gemido que pegué al salir fue increíble, como de loba salvaje, pero de pronto todos los males se pasaron. Ya tenía a mi criatura conmigo, ya podía oler ese aroma a vida tan especial, tocarle...maravilloso, simplemente maravilloso.  Eran las 15h del miércoles 19 de Marzo.


Y David, que por cierto se estrenaba como padre en su día, ahora lloraba de alegría :)
Creo que todo lo anterior lo olvidaré, pero ese momento en que por fin le cogí en brazos, ese nunca se borrará de mi memoria :) Me pareció la cosa más pequeñita y delicada del mundo, aunque mi bebé pesó casi 4 kilos. 
En ningún momento nos separaron; le taparon con toallas calentitas y esperaron un rato a que el cordón dejase de latir. Después le pedimos a la doula que lo cortase ella, y le hizo mucha ilusión, ¡no se lo esperaba!.
Al ratito nos sacaron del agua y con una pequeña contracción salió la placenta:¡increíble lo grande que era! Después vinieron los puntos, pues me había desgarrado un poquito...la idea de que me cosieran ahí me daba mucha dentera, pero la verdad que después de lo que había logrado, fue pan comido. Intentamos poner a Mayo para que tuviera un enganche espontáneo a la teta,  pero la "montaña" que tenía que escalar era demasiado grande y el pobre cabeceaba, así que le ayudamos un poquito. Mi primera reacción al ponerle al pecho fue pensar: ¡este niño tiene dientes! y es que succionaba con mucha fuerza...con la misma fuerza con la que vino al mundo :)
Nos dejaron un buen rato ahí tranquilos, y luego nos llevaron a la habitación. Los abuelos estaban deseando conocer al nieto, después del todo el día esperar. También vinieron sus primas a verle, tenían tantas ganas...tampoco olvidaré sus caritas cuando le vieron. 


Estuvimos 2 dias en el hospital, y aunque en general todo el personal fue bastante amable y nos ayudaron mucho, hay ciertas cosas que se pueden mejorar: respetar el descanso. No entendimos por qué tenían que venir a pesar al bebé de madrugada, o a hacerle pruebas como la audiometría a las 5 de la mañana...La familia y los amigos nos respetaron mucho en nuestra decisión de que no queríamos muchas visitas (gracias!) y pudimos estar tranquilos los primeros días con nuestro bebé...

Y aquí se acaba el relato de cómo Mayo vino al mundo, y ahora comienza la aventura de verdad: verle crecer y disfrutar de su crianza. 





19 de febrero de 2014

{esperando y creando...}

Ya sólo quedan una pocas semanas para conocer a Mayo, y estamos muy ilusionados.
Así que estoy aprovechando estas últimas semanas para hacer manualidades :)

Un angelito para que le proteja....


Unos cojines para que se sienta como en las nubes...


Un móvil de bolitas de fieltro para que aprenda a ver la vida de colores...


ah! y esto para la casa :)


21 de enero de 2014

{y por fin, nuestro nuevo HOGAR}

Ha costado sufrimientos y fracasos, pero también ha supuesto muchos aprendizajes y sobre todo, ha significado  cumplir nuestro SUEÑO :)
Ya estamos instalados en nuestro nuevo hogar. Vinimos a principios del frío invierno, en Diciembre, y poco a poco fuimos haciendo de la casa, el hogar:

Una de las primeras cosas que tenías ganas de poner es una mesita de estación, que vaya cambiando con el paisaje y los acontecimientos exteriores...Y como fue justo la Navidad, pues: el Belén

En mi casa nueva no quería esa caja tonta llamada tv, pero bueno  tengo que respetar que tengo un compañerito de vida apasionado por los deportes y las películas...así que  la solución fue poner una telita encima y taparla y la verdad es que relaja mucho, lo remiendo. Ahora te sientas cansado en el sofá y automáticamente no enciendes la tv: antes se te ocurren muchas otras cosas como leer un libro, revista, escuchar algo de música, contemplar el paisaje, hablar...

Esto es parte de la salita donde hemos puesto el ordenador y mi taller de manualidades :) También una estantería reciclada  con los libros(hemos reciclado muchísimos muebles!) y un sofá cama para las visitas :)



La cocina se comunica por esta gran ventana con el salón, es algo que me encanta, cocinar y ver que pasa al otro lado de la casa :)


Esta es ahora la mesa de estación; de invierno. Me falta hacer unos gnomitos blanco y el hada de invierno....



Mi regalo de los Reyes Magos, una mecedora de madera, para mecerme con Mayo :)


 Todas estas silla y la mesa son recicladas, es decir, encontradas aquí y allá (generalmente en la basura) y tratadas...

Y aquí la cunita de Mayo, una reliquia porque era de mi padre y de todos sus hermanos. Y la estufa, que nos calienta toda la casa con esas cagarrutillas que veis encima de la cesta: pellets, un gran invento, económico y ecológico.






La cocina....

Y un detalle de mi dormitorio, que ya estaba en nuestro anterior hogar :)

Pues esto esto es todo, la razón por la que no quiero salir al mundo desde hace un mes ;) (sólo a pasear por el campito que tenemos justo al lado)

"Tener a donde ir, es un hogar. Tener a quién amar, es una familia. Tener ambas  cosas, es una bendición"