" El juego y
los juguetes"
- ¿Qué es el juego?
- Es una actividad
seria, que ocupa al niño en su totalidad: cada pensamiento y cada emoción
van acompañados de movimientos y gestos. Es una actividad absorbente que genera
satisfacción, desarrolla la memoria, la lógica, las habilidades sociales…
-El juego comienza de forma natural en los bebés; el bebé se
relaciona con el mundo a través del juego, convirtiéndose en un hábito de por
vida y en una ayuda para ir superando cada reto.
-El juego
es el trabajo o profesión crucial de
la infancia, es una necesidad. Aunque para el adulto juego y trabajo sean
opuestos, en realidad son dos procesos de transformación muy relacionados. La
única diferencia es que el motor del juego viene de un impulso interior
(imaginación) y no tiene que responder a nadie, y el trabajo del adulto suele
basarse en la exigencia del mundo exterior.
Pero ambos constituyen un proceso de transformación de la realidad, y por ello está
unido al movimiento.
-El juego necesita una contribución del adulto: ambientes preparados. Los
niños juegan más y mejor cuando crecen en un entorno seguro y lleno de
amor. El adulto ha de estar presente,
pero nuestra actitud ante el juego libre debe ser de observador y colaborador
más que compañero de juego. El adulto enseña a través de sus acciones; cuanto
más presente está en sus quehaceres, más interiorizará el niño esta actitud y se centrará en el
juego.
Es decir,
el adulto a través de su actividad, guía al niño hacia un juego independiente.
El motor que impulsa al niño a jugar es la imitación del adulto, que es para él
la figura más importante (ya sean sus padres o maestros). El niño absorbe todas
las experiencias que le aportan las actividades del mundo del adulto, las
retiene y las refleja a través de su imitación. El adulto debería tener esto
siempre en cuenta para ser capaz de conseguir que el niño aprenda imitándole y
no a base de explicaciones ni órdenes. (algo que muchas veces nos resulta más
fácil que dar ejemplo).
- ¿Cómo fomentar un juego de calidad?
Durante los primeros 6 años, las impresiones sensoriales son muy
importantes porque influencia de forma profunda en su organismo y en las
funciones y estructuras orgánicas que se están formando en este periodo. Como
expliqué anteriormente, el niño pequeño no tiene la capacidad de distinguir lo
bueno y lo malo, lo interesante y lo poco interesante, de comprender a través
del conocimiento, y por ello asimila todos los procesos. Esta es la razón
por la que debemos preocuparnos acerca de los estímulos que va a recibir el
niño a través de los juguetes: colores, sonidos, texturas…El mundo infantil y los juguetes más comerciales
suelen estar recargados de colores llamativos, diseños muy sofisticados,
sonidos electrónicos, luces, movimientos artificiales…pero debemos darle mayor
importancia a la calidad de los
materiales y proporcionarles colores discretos y sin diseños o diseños muy
sutiles, materiales naturales y sencillos y experiencias reales como el canto o
la voz humana en vez de radiocassete, que les permita conectarse con el mundo
real.
¿qué ambiente os resulta más cuidado para el mundo infantil ?
-La base
de la capacidad creativa se
prepara-o se echa a perder- en la más tierna infancia. “
Los comienzos de la
creatividad surgen cuando los bebés se ven a sí mismos como el motor que hacer
que ocurran las cosas” T.bruce
El juego creativo despierta y encauza el
poder de la imaginación. En este
sentido, jugar significa estar en un proceso creativo y no sólo servirse de juguetes acabados.
Muchas veces los adultos solemos pensar que
los juguetes han de ser muy sofisticados
para sorprender y estimular al niño, pero cuantas veces hemos comprobado
asombrados que lo que más le llama la atención es la caja o el envoltorio en
vez del juguete en sí. Esto es porque los niños necesitan desarrollar su
imaginación, tener la posibilidad de transformar su entorno y crear algo nuevo.
Pero si les proporcionamos un juguete lleno de luces y sonidos, donde cada
botón responde a una función, y no hay posibilidad de crear con ello algo
diferente, estamos mermando sus fuerzas de la imaginación y su capacidad
creativa. Y no solo eso, frente a la intención que suelen tener este tipo de
juguetes de estimular y desarrollar distintas capacidades del niño,
conseguiremos el efecto contrario: tantas luces y sonidos artificiales no le
permitirán centrarse y poner verdadera atención en el juego, no le permitirá
desarrollar su imaginación y el niño se aburrirá pronto en su actividad, se
volverá destructivo al no poder asimilar tal cantidad de estímulos, y exigirá atención o realizará movimiento sin sentido creando alboroto.
“Lo que nos hace y mantiene serenos y felices es la mera
actividad, y el juego de los niños no es más que la manifestación de una
actividad muy seria pero, aparentemente, sin relevacia” J.Paul
-Otro
aspecto importante es el número de juguetes que ofrecemos al niño; vivimos en
una sociedad muy consumista donde estamos rodeados de objetos que se han
fabricado rápido y a bajo coste; duran
poco tiempo por lo que solemos tender a tener mucho de todo. Actualmente los
niños tienen demasiados juguetes acabados y muy especializados que cansan pronto al niño y
sólo pueden utilizarse para un fin determinado. Por tanto “Menos
es más” es el principio que permitirá al niño desarrollar su imaginación y
por ello deberíamos concienciarnos como padres, tíos, abuelos o maestros…y
pensar y cuidar con detenimiento qué cantidad de juguetes estamos regalando a
los niños y qué calidad de juego les van a proporcionar.
*Parte III (próximamente) "Desarrollo del juego por
etapas. ¿Qué tipo de juguete? ¿A qué edad?"