Ya sólo quedan una pocas semanas para conocer a Mayo, y estamos muy ilusionados.
Así que estoy aprovechando estas últimas semanas para hacer manualidades :)
Un angelito para que le proteja....
Unos cojines para que se sienta como en las nubes...
Un móvil de bolitas de fieltro para que aprenda a ver la vida de colores...
Hoy tengo el placer de presentaros un bonito proyecto que nace de la ilusión y la esperanza de ofrecer a la infancia una nueva oportunidad...
“MADRE DE DÍA, UNA PROFESIÓN DE SIEMPRE PARA EL MUNDO DE HOY”
¿Qué es una madre de día? Es una alternativa a la Escuela Infantil; se trata de un hogar o “casa-nido”, para acompañar a niños entre 0 y 3 años en su desarrollo, ofreciéndoles una atención individualizada, respetando sus ritmos y necesidades. Esto es posible por el reducido número de niños, nunca más de 4.
Se trata de un modelo muy extendido en Europa. Madre no hay más que una, por eso ella prefiere denominase “Madrina”. Cuando tenemos que incorporarnos a la vida laboral, nos gustaría que nuestro hijo estuviese como en casa, en un lugar lo más parecido a nuestro hogar. De esta manera, la educadora, en su propio hogar adaptado, acompaña a los niños con amor, dedicación y sin prisas, facilitando tanto el desarrollo del niño como la incorporación de su familia al mundo laboral. "La madrina Corina”, quiere ofrecer a las familias esta alternativa. Con su presencia consciente, ofrece una atención personal en un ambiente relajado y familiar; estableciendo una verdadera relación de calidad, donde el niño pueda adquirir la base de su confianza y ser protagonista de su propio desarrollo. “La Madrina Corina”, en Tres Cantos (Madrid), te está esperando. Ponte en contacto: micorisa@gmail.com
Os dejo también algunos enlaces con más información sobre el trabajo de las madres de día:
El pasado fin de semana estuvimos en el mercadillo medieval de Ayllón. Junto con mi compañera Bea Lucero, nos convertimos en artesanas medievales y allí que desplegamos todas nuestras creaciones:
- Es una actividad
seria, que ocupa al niño en su totalidad: cada pensamiento y cada emoción
van acompañados de movimientos y gestos. Es una actividad absorbente que genera
satisfacción, desarrolla la memoria, la lógica, las habilidades sociales…
-El juego comienza de forma natural en los bebés; el bebé se
relaciona con el mundo a través del juego, convirtiéndose en un hábito de por
vida y en una ayuda para ir superando cada reto.
-El juego
es el trabajo o profesión crucial de
la infancia, es una necesidad. Aunque para el adulto juego y trabajo sean
opuestos, en realidad son dos procesos de transformación muy relacionados. La
única diferencia es que el motor del juego viene de un impulso interior
(imaginación) y no tiene que responder a nadie, y el trabajo del adulto suele
basarse en la exigencia del mundo exterior.
Pero ambos constituyen un proceso de transformación de la realidad, y por ello está
unido al movimiento.
-El juego necesita una contribución del adulto: ambientes preparados. Los
niños juegan más y mejor cuando crecen en un entorno seguro y lleno de
amor. El adulto ha de estar presente,
pero nuestra actitud ante el juego libre debe ser de observador y colaborador
más que compañero de juego. El adulto enseña a través de sus acciones; cuanto
más presente está en sus quehaceres, más interiorizará el niño esta actitud y se centrará en el
juego.
Es decir,
el adulto a través de su actividad, guía al niño hacia un juego independiente.
El motor que impulsa al niño a jugar es la imitación del adulto, que es para él
la figura más importante (ya sean sus padres o maestros). El niño absorbe todas
las experiencias que le aportan las actividades del mundo del adulto, las
retiene y las refleja a través de su imitación. El adulto debería tener esto
siempre en cuenta para ser capaz de conseguir que el niño aprenda imitándole y
no a base de explicaciones ni órdenes. (algo que muchas veces nos resulta más
fácil que dar ejemplo).
¿Cómo fomentar un juego de calidad?
Durante los primeros 6 años, las impresiones sensoriales son muy
importantes porque influencia de forma profunda en su organismo y en las
funciones y estructuras orgánicas que se están formando en este periodo. Como
expliqué anteriormente, el niño pequeño no tiene la capacidad de distinguir lo
bueno y lo malo, lo interesante y lo poco interesante, de comprender a través
del conocimiento, y por ello asimila todos los procesos. Esta es la razón
por la que debemos preocuparnos acerca de los estímulos que va a recibir el
niño a través de los juguetes: colores, sonidos, texturas…El mundo infantil y los juguetes más comerciales
suelen estar recargados de colores llamativos, diseños muy sofisticados,
sonidos electrónicos, luces, movimientos artificiales…pero debemos darle mayor
importancia a la calidad de los
materiales y proporcionarles colores discretos y sin diseños o diseños muy
sutiles, materiales naturales y sencillos y experiencias reales como el canto o
la voz humana en vez de radiocassete, que les permita conectarse con el mundo
real.
¿qué ambiente os resulta más cuidado para el mundo infantil ?
-La base
de la capacidad creativa se
prepara-o se echa a perder- en la más tierna infancia. “
Los comienzos de la
creatividad surgen cuando los bebés se ven a sí mismos como el motor que hacer
que ocurran las cosas” T.bruce
El juego creativo despierta y encauza el
poder de la imaginación. En este
sentido, jugar significa estar en un proceso creativo y no sólo servirse de juguetes acabados.
Muchas veces los adultos solemos pensar que
los juguetes han de ser muy sofisticados
para sorprender y estimular al niño, pero cuantas veces hemos comprobado
asombrados que lo que más le llama la atención es la caja o el envoltorio en
vez del juguete en sí. Esto es porque los niños necesitan desarrollar su
imaginación, tener la posibilidad de transformar su entorno y crear algo nuevo.
Pero si les proporcionamos un juguete lleno de luces y sonidos, donde cada
botón responde a una función, y no hay posibilidad de crear con ello algo
diferente, estamos mermando sus fuerzas de la imaginación y su capacidad
creativa. Y no solo eso, frente a la intención que suelen tener este tipo de
juguetes de estimular y desarrollar distintas capacidades del niño,
conseguiremos el efecto contrario: tantas luces y sonidos artificiales no le
permitirán centrarse y poner verdadera atención en el juego, no le permitirá
desarrollar su imaginación y el niño se aburrirá pronto en su actividad, se
volverá destructivo al no poder asimilar tal cantidad de estímulos, y exigirá atención o realizará movimiento sin sentido creando alboroto.
“Lo que nos hace y mantiene serenos y felices es la mera
actividad, y el juego de los niños no es más que la manifestación de una
actividad muy seria pero, aparentemente, sin relevacia” J.Paul
-Otro
aspecto importante es el número de juguetes que ofrecemos al niño; vivimos en
una sociedad muy consumista donde estamos rodeados de objetos que se han
fabricado rápido y a bajo coste; duran
poco tiempo por lo que solemos tender a tener mucho de todo. Actualmente los
niños tienen demasiados juguetes acabados y muy especializados que cansan pronto al niño y
sólo pueden utilizarse para un fin determinado. Por tanto “Menos
es más” es el principio que permitirá al niño desarrollar su imaginación y
por ello deberíamos concienciarnos como padres, tíos, abuelos o maestros…y
pensar y cuidar con detenimiento qué cantidad de juguetes estamos regalando a
los niños y qué calidad de juego les van a proporcionar.
*Parte III (próximamente) "Desarrollo del juego por
etapas. ¿Qué tipo de juguete? ¿A qué edad?"
Repetiré la charla-taller de juguetes creativos e introducción a la pedagogía Waldorf en Mamá Libélula el próximo mes de Mayo.
Además, haré un taller más práctico en el que realizaremos un muñeco de nudos ideal para bebés y niños pequeños, inspirado en los materiales de la pedagogía Waldorf. Gracias a su simpleza el niño/a conecta con lo esencial del ser humano. Los niños hasta los 2-3 años no requieren de grandes detalles en sus juguetes (como cara, ojos, boca...). También es útil para sanar otitis, dolores de oído y en definitiva cualquier molestia que requiera calor, ya que está elaborado con lana natural y con tela de algodón 100%.
“Las facultades que
determinan nuestra inteligencia, nuestra experiencia vital y nuestra conducta
social en el futuro, son resultados de que en la infancia nos hayan conducido a
saber jugar correctamente”
Rudolf Steiner
Para tener un primer acercamiento a la pedagogía Waldorf y conocer a grandes rasgos su origen y trayectoria, recomiendo visualizar este vídeo:
--> Desde la pedagogía Waldorf
se concibe al niño como un ser en
devenir, que está en constante cambio, aprendizaje y movimiento.
Los primeros 7 años de vida se consideran los años más importantes ya que tiene grandes repercusiones en los siguientes ciclos de la vida. Por tanto, lo primero que debemos hacer cuando tenemos un niño delante, es preguntarnos...
Calor físico y anímico
Proporcionado a través del movimiento y la vestimenta (mejor tejidos naturales) y también a través del afecto, un clima de confianza, de alegria, presencia y de calidad en sus relaciones.
Ejemplo del adulto
El modo en que aprende el niño en estos siete años de vida el niño es principalmente por imitación. Todo lo que acontecen su entorno y pueda ser percibido por sus sentidos el niño lo aprende, por lo que en él calan más los ejemplos y modelos que el niño puede imitar que las explicaciones racionales. Es decir, el niño aprende lo que los adultos hacen ante sus ojos, y por esto el adulto que acompañe al niño debe ser un ejemplo digno de ser imitado. En un principio la imitación es completamente inconsciente, y poco a poco se va haciendo cada vez más consciente y la expresan a través del juego. Para los niños la imitación es una necesidad, tanto como respirar: inspirar las percepciones sensoriales, espira a través de la imitación.
“Lo que la tierra, la lluvia y el sol son para la planta, deberían serlo para el niño su entorno y los adultos que viven en él”. Gesell.
Juego libre y movimiento
A través del movimiento libre el niño se descubre a sí mismo y descubre el mundo. El juego libre debería ser la principal ocupación del niño. el adulto ha de intervenir cuidadosamente y proporcionarle un entorno y unos materiales (juguetes: de los que hablaré más adelante) adecuados a su edad.
Espacio de libertad
Proporcionarle un espacio tanto de libertad interior como exterior: que le permita desenvolverse de forma libre pero segura, y tener experiencias reales.
Espacio de protección
Proporcionarle un entorno seguro no sólo a nivel físico, sino también anímico y sensorial.
El niño pequeño es como una “esponja” neurosensorial que todo lo capta y reacciona a todas las
impresiones que las personas o el entorno suscitan en él; es muy permeable a
sus sentidos: Aún no dispone de estructuras para seleccionar lo que percibe a
través de sus sentidos y por tanto todo lo capta. Por ello todas las
impresiones e influencias que recibe del entorno van a tener muchas
repercusiones en su desarrollo, y de aquí radica la importancia de cuidar la calidad
de las impresiones sensoriales recibidas en estos primeros años. (juguetes, ruidos, colores, texturas...) y evitar la sobreestimulación y la sobreprotección, buscando el equilibrio. También perciben las más sutiles emociones.
Sentidos básicos
Ayudan al niño a enraizarse en su cuerpo. Steiner habló de 12 sentidos en vez de 5. En el primer septenio tiene lugar el desarrollo de lossentidos básicos:
Equilibrio: se relaciona con el sentido del oído y es el que nos permite vencer la fuerza de la gravedad.
Movimiento propio: a través del cual percibimos nuestros movimientos y conocemos nuestro esquema corporal.
Vital: es el que nos trasmite sensaciones de nuestro propio cuerpo (bienestar o malestar).
Tacto: nos permite autovivenciar nuestros propios límites corporales a través de la piel y nos da protección a través del contacto corporal.
Contacto con la Naturaleza
Los niños necesitan estar en contacto con lo más esencial de la naturaleza: tierra, agua, aire...tener experiencias reales en actividades al aire libre como plantar y regar, jugar con la tierra, dar paseos, descubrir, investigar, jugar con el agua en verano...
Ritmo
Beneficia y da seguridad al niño. por tanto es una herramienta imprescindible para organizar la jornada. Elritmoes imprescindible para la salud y vitalidad del niño en esta etapa, ya que todo en la vida es ritmo (naturaleza, estaciones, animales, respiración, noche y día…) y el niño lo necesita en su día a día.
Todo lo que implica repetición y ritmo le da seguridad y armonía: sueño/vigilia, juegos exterior/interior, expansión/recogimiento, estar acompañado/estar solo….Se trata de un elemento muy sanador para el desarrollo y organización de sus órganos. A los niños no les aburre la repetición como a los adultos, no necesitan probar cosas nuevas constantemente.
Alimento y bienestar corporal
También necesitan crear ritmos y rutinas para la alimentación, el sueño y la higiene. Es importante darles tiempo y hacer que sean momentos de placer y disfrute.
Como a los niños, me encanta vivir plenamente cada estación y disfrutar de las tradiciones, ritos y costumbres de cada época del año. Pero hasta ahora, ni la semana Santa ni la Pascua tenían sentido para mí, más allá de que son días de vacaciones. Las procesiones típicas de los pueblos y ciudades siempre me han parecido tan tristes y dolorosas...
Pero gracias a la formación Waldorf, he conocido otra forma de vivir la Pascua con los niños. Así que me puse manos a la obra para celebrarla con mis sobrinas en el pueblo. Busqué como una loca huevos blancos (no es fácil encontrarlos hoy en día, menudo mundo el de las gallinas y su curiosidades...) y nos preparamos para soplarlos: todo un trabajo de la paciencia y la perseverancia :)
Al día siguiente los teñimos con trocitos de papel pinocho y agua.
Y cuando se secaron...¡mirad el resultado!
También me llevé a la liebre de Pascua, por supuesto, a la que pusimos con nuestros huevitos de colores. Como no dejó de llover, hicimos el juego de buscar los huevos de chocolate dentro de casa, así que seguramente nos sigamos encontrando huevecitos de chocolate cuando volvamos...
¿Conocéis la historia de la liebre de pascua? Había una vez una familia de liebres de Pascua, el padre, la madre y los siete hijos. El padre y la madre liebre no sabían quién de sus hijos iba a ser ese año la liebre de Pascua. Entonces la madre liebre de Pascua cogió una cesta con siete huevos, y el padre liebre de Pascua llamó a sus siete hijos y dijo al mayor: El mayor cogió el huevo dorado y se fue con él a través del bosque, cruzó el riachuelo, atravesó la pradera y llegó al jardín de la casa de los niños. Entonces quiso saltar por encima de la verja, dio un salto demasiado grande y el huevo se cayó y se rompió. Ésta no era la verdadera liebre de Pascua. Le llegó el turno al segundo. Éste cogió el huevo plateado, corrió con él a través del bosque, cruzó el riachuelo y llegó a la pradera. Entonces le llamó la urraca: -Dame tu huevo, dame tu huevo y te regalaré una moneda. Y sin que la liebre se diera cuenta, ya se había llevado la urraca el huevo a su nido. Ésta tampoco era la verdadera liebre de Pascua. Le tocó el turno al tercero. Éste escogió el huevo de chocolate, corrió con él a través del bosque, cruzó el riachuelo, llegó a la pradera y justo entonces, llegó saltando de un pino alto una ardilla, puso grandes ojos y preguntó: -¿Está rico? -No lo sé, lo quiero llevar a los niños. -¿Me dejas probar un poco? La ardilla chupó un poco y, como le gustó tanto, siguió lamiendo, y la liebre lamió con ella hasta que todo el huevo había desaparecido. Cuando la tercera liebre llegó a casa, la madre liebre de Pascua le tiró de los pelos de su morrito que aún estaban llenos de chocolate y dijo: -Tú tampoco eres la verdadera liebre de Pascua. Ahora le llegó el turno al cuarto. El cuarto cogió el huevo con muchas manchitas. Con este huevo corrió a través del bosque. Cuando estaba cruzando el riachuelo se paró en medio y se vio en el riachuelo como en un espejo. Cuando se estaba mirando, ¡plaf!, se cayó el huevo al agua. Ésta tampoco era la liebre de Pascua. Le llegó el turno al quinto. El quinto cogió el huevo amarillo. Con él corrió a través del bosque y antes de llegar al riachuelo se encontró con el zorro. -Oye, vente conmigo a mi madriguera y enseña a mis hijos el huevo bonito. Los zorritos empezaron a jugar con el huevo, se cayó encima de una piedra y se rompió. Rápidamente corrió la liebre a casa con las orejas gachas. Ella tampoco era la verdadera liebre de Pascua. Le llegó el turno al sexto. El sexto escogió el huevo rojo y con él corrió a través del bosque. Entonces se encontró en el camino con otra liebre. Puso su huevo en el camino y empezó a pelearse con la otra. Por fin, la otra liebre huyó y cuando la sexta liebre buscó su huevo, lo encontró hecho migas. Ésta tampoco era la verdadera liebre de Pascua. Le tocó ya el turno a la séptima, la liebre más joven y pequeña. Ella cogió el huevo azul. Con el huevo azul atravesó el bosque. En el camino se encontró con otra liebre. La dejó pasar y siguió adelante. Entonces vino el zorro. La liebre dio un rodeo y llegó al riachuelo. Con unos saltos ligeros cruzó por encima de un tronco. Vino la ardilla pero la liebrecita siguió adelante y llegó a la pradera. Cuando la urraca gritó, simplemente le contestó: -¡Tengo que seguir!, ¡Tengo que seguir! Por fin, llegó al jardín de la casa. La puerta estaba cerrada. Ella dió un salto, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, y puso el huevo en el nido que le habían construido los niños. Ésta era la verdadera liebre de Pascua.
Eva de Mamá Libélula me propuso dar una charla sobre juguetes "Waldorf". Para mí todo este mundo de lo "Waldorf" es relativamente nuevo; desde la carrera de Magisterio había leído alguna cosilla pero no imaginaba lo profundo que podía llegar a ser... Y ahora, desde septiembre del año pasado, estoy haciendo la formación, empapándome de esta pedagogía que va mucho más allá que una simple forma de entender la educación.
Por tanto creo que puede ser muy útil para padres, madres o quien quiera saber un poco acerca de la pedagogía Waldorf y que se sientan algo perdidos a la hora de elegir los juguetes para sus hijos e hijas. Muchas veces solemos pensar que estos han de ser muy sofisticados para sorprender y estimular al niño, pero cuantas veces hemos comprobado asombrados que lo que más le llama la atención es la caja o el envoltorio en vez del juguete en sí. Esto es porque los niños necesitan desarrollar su imaginación, tener la posibilidad de transformar su entorno y crear algo nuevo. Pero si les proporcionamos un juguete lleno de luces y sonidos, donde cada botón responde a una función, y no hay posibilidad de crear con ello algo diferente, estamos mermando sus fuerzas de la imaginación y su capacidad creativa. Y no solo eso, frente a la intención que suelen tener este tipos de juguetes de estimular y desarrollar distintas capacidades del niño, conseguiremos el efecto contrario: tantas luces y sonidos artificiales no le permitirán centrarse y poner verdadera atención en el juego...
Pero de esto y mucho más hablaré el próximo Lunes 11 de Marzo en la tienda de Mamá Libélula (Avenida Labradores 5, 28760 Tres Cantos, Madrid)
En nuestra sociedad de las prisas y la tecnología punta, casi no encontramos tiempo ni para cantar a los niños. En este sentido, los "cantajuegos" han sustituido una tradición muy valiosa y rica; cantar a nuestros niños las canciones que escuchábamos de nuestros mayores cuando éramos niños. Quizás es más cómodo para muchos padres y madres enchufarles el Cantajuego para que se queden embobados y no molesten por un rato, que hacer el esfuerzo por recordar nuestra niñez, conectarnos con nuestras emociones y buscar en nuestro interior aquellas canciones, poemas y retahílas que más nos gustaban.
¿Por qué es importante cantarles a los niños?
*Porque fomenta el goce estético por la música y los
sonidos.
*Porque estimula la adquisición del lenguaje tanto desde el
vocabulario como desde las estructuras gramaticales,
pasando también por el deleite de lo poético que se
manifiesta en las estructuras métricas de las canciones, en
sus rimas, metáforas, aliteraciones, etc.
*Porque estimula en su oído la facilidad para el futuro
aprendizaje de idiomas..
*Porque desarrolla la imaginación y la fantasía, tanto en el
niño como en el adulto que le está cantando.
*Porque cantarle a un niño desde una edad temprana,
desarrolla su oído y su afinación. .
*Por todo lo que se transmite con la voz fuera de las
palabras: inflexiones que traducen emociones, sensaciones,
sentimientos.
Me ha parecido muy interesante como se concibe lo musical
desde la pedagogía Waldorf: la música es una experiencia que se vive desde el interior de uno
mismo incluso antes de haber nacido. En dicha
experiencia, lo rítmico y repetitivo va a apoyar el desarrollo de la
organización corporal del niño de forma indirecta y es por ello crucial
que en los primeros años cantemos a
los niños, y más adelante, cantemos también con
los niños.
Canciones sencillas, populares, de las de toda la vida, con juegos de dedos, en
corros…siempre con amor y con alegría. El contenido, la letras de la canción, muchas veces es irrelevante; lo que importa y lo que se transmite es la conexión afectiva que uno tenga con aquello que se les canta a los niños.
Y como la música va a ser vivida desde dentro por el niño, es importante respetar sus fases evolutivas y ponernos a su altura a la hora de cantar adaptándonos a su tono y vibración.
Precisamente las canciones el ambiente de quinta o la música pentatónica coincide con el tono y vibración de los niños y así pueden vivirla interiormente.
La música pentatónica se construye sobre una escala de cinco tonos carente de semitonos.
Al usar esta escala aparecen melodías muy sencillas en las que tiene un peso muy especial el intervalo de quinta que da como resultado un entorno especialmente acogedor y rico para el niño de 0 a 8 años.
Es usada desde hace casi un siglo en los Jardines de Infancia y en las clases de Primaria en todas las Escuelas Libres del mundo que se nutren de la pedagogía Waldorf.
ARPA PENTATONICA
Ha sido muy grato además descubrir las canciones en ambiente
de quinta con Inés Gámez porque, aparte de disfrutar su voz y sus canciones tan
armoniosas y melódicas, nos ha ayudado a
sacar lo mejor de cada uno de nosotros mismos y a entender la importancia de cantar a los
niños.
En su librito se recogen canciones para cantar en los diferentes ritmos del día
y del año, que también se pueden escuchar en un CD para que luego nosotros,
después de escucharlas y aprendérnoslas, se las cantemos a nuestros niños.
Es importante reflexionar además sobre efecto anímico y de comunicación que hay entre la música viva, en directo (ya sea con instrumentos o sólo con la voz humana), y con la música reproducida en un CD. Al ser humano sólo le educa otro ser humano (por muchos que nos empeñemos en sustituirles por tablets, juegos electrónicos didácticos...) y a través e experiencias reales y auténticas. A través del canto, el niño puede imitar modelos sanos de respiración, ritmos sonoros y armoniosos y sobre todo, repetición. La repetición le da al niño seguridad y satisfacción.
Además de la voz, podemos poner al alcance de los niños distintos materiales sonoros que les ayudarán a descubrir lo rítmico también en la naturaleza: piedras, conchas, escuchar el agua de una fuente, la lluvia, palos de madera, bambú, metal...
Para terminar, no puedo dejar de hablaros de "el arte de la palabra" de Tamara Chubarovsky. De su mano he aprendido a disfrutar con los niños de las rimas y los juegos de dedos, tacto y movimiento. Os dejo un aperitivo para los días de lluvia :)