10 de abril de 2013

{Juguetes creativos e introducción a la pedagogía Waldorf.} Parte I

“Las facultades que determinan nuestra inteligencia, nuestra experiencia vital y nuestra conducta social en el futuro, son resultados de que en la infancia nos hayan conducido a saber jugar correctamente”


Rudolf Steiner

Para tener un primer acercamiento a la pedagogía Waldorf y conocer a grandes rasgos su origen y trayectoria, recomiendo visualizar este vídeo:





--> Desde la pedagogía Waldorf se concibe al niño como un ser en devenir, que está en constante cambio, aprendizaje y movimiento.  

Los primeros 7 años de vida se consideran los años más importantes ya que tiene grandes repercusiones en los siguientes ciclos de la vida.

Por tanto, lo primero que debemos hacer cuando tenemos un niño delante, es preguntarnos...








Calor físico y anímico
Proporcionado a través del movimiento y la vestimenta (mejor tejidos naturales) y también a través del afecto, un clima de confianza, de alegria, presencia y de calidad en sus relaciones.
 

Ejemplo del adulto
El modo en que aprende el niño en estos siete años de vida el niño es principalmente por  imitación. Todo lo que acontecen su entorno y pueda ser percibido por sus sentidos el niño lo aprende, por lo que en él calan más los ejemplos y modelos que el niño puede imitar que las explicaciones racionales. Es decir, el niño aprende lo que los adultos hacen ante sus ojos, y por esto el adulto que acompañe al niño debe ser un ejemplo digno de ser imitado. En un principio la imitación es completamente inconsciente, y poco a poco se va haciendo cada vez más consciente y la expresan a través del juego. Para los niños la imitación es una necesidad, tanto como respirar: inspirar las percepciones sensoriales, espira a través de la imitación.
“Lo que la tierra, la lluvia y el sol son para la planta, deberían serlo para el niño su entorno y los adultos que viven en él”. Gesell.


Juego libre y movimiento
A través del movimiento libre el niño se descubre a sí mismo y descubre el mundo. El juego libre debería ser la principal ocupación del niño. el adulto ha de intervenir cuidadosamente y proporcionarle un entorno y unos materiales (juguetes: de los que hablaré más adelante) adecuados a su edad. 


Espacio de libertad
Proporcionarle un espacio tanto de libertad interior como exterior: que le permita desenvolverse de forma libre pero segura, y tener experiencias reales. 


Espacio de protección
Proporcionarle un entorno seguro no sólo a nivel físico, sino también anímico y sensorial.
El niño pequeño es como una “esponja” neurosensorial que todo lo capta y reacciona a todas las impresiones que las personas o el entorno suscitan en él;  es muy permeable a sus sentidos: Aún no dispone de estructuras para seleccionar lo que percibe a través de sus sentidos y por tanto todo lo capta. Por ello todas las impresiones e influencias que recibe del entorno van a tener muchas repercusiones en su desarrollo, y de aquí radica la importancia de cuidar la calidad de las impresiones sensoriales recibidas en estos primeros años. (juguetes, ruidos, colores, texturas...) y evitar la sobreestimulación y la sobreprotección, buscando el equilibrio.  También perciben las más sutiles emociones. 


Sentidos básicos
Ayudan al niño a enraizarse en su cuerpo. Steiner habló de 12 sentidos en vez de 5. En el primer septenio tiene lugar el desarrollo de los sentidos básicos:
  • Equilibrio: se relaciona con el sentido del oído y es el que nos permite vencer la fuerza de la gravedad.
  • Movimiento propio: a través del cual percibimos nuestros movimientos y conocemos nuestro esquema corporal. 
  • Vital: es el que nos trasmite sensaciones de nuestro propio cuerpo (bienestar o malestar).
  • Tacto: nos permite autovivenciar nuestros propios límites corporales a través de la piel y nos da protección a través del contacto corporal.

Contacto con la Naturaleza
Los niños necesitan estar en contacto con lo más esencial de la naturaleza: tierra, agua, aire...tener experiencias reales en actividades al aire libre como plantar y regar, jugar con la tierra, dar paseos, descubrir, investigar, jugar con el agua en verano...


Ritmo
Beneficia y da seguridad al niño. por tanto es una herramienta imprescindible para organizar la jornada. El ritmo es imprescindible para la salud y vitalidad  del niño en esta etapa, ya que todo en la vida es ritmo (naturaleza, estaciones, animales, respiración, noche y día…) y el niño lo necesita en su día a día.
Todo lo que implica repetición y ritmo le da seguridad y armonía: sueño/vigilia, juegos exterior/interior, expansión/recogimiento, estar acompañado/estar solo….Se trata de un elemento muy sanador para el desarrollo y organización de sus órganos.  A los niños no les aburre la repetición como a los adultos, no necesitan probar cosas nuevas constantemente.


Alimento y bienestar corporal
También necesitan crear ritmos y rutinas para la alimentación, el sueño y la higiene. Es importante darles tiempo y hacer que sean momentos de placer y disfrute. 









1 comentario:

  1. Me parece impersionante y a la vez super lógica y coherente esta pedagogía :)

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